Has encontrado el modelo perfecto para imprimir y tu impresora 3D ha hecho un gran trabajo, pero falta algo.
Las impresiones 3D, tal como salen de la máquina, raramente están listas para mostrarlas al público. Por ello, a menudo hay que recurrir a un poco de posprocesamiento para crear piezas finales.
En esta guía, analizamos los aspectos básicos relevantes si vas a pintar tus impresiones 3D hechas con PLA o ABS, desde el alisado hasta el proceso de pintado propiamente dicho. De paso, te ofrecemos algunos consejos útiles. En nuestro caso, hemos optado por la pintura en spray, en lugar de utilizar un pincel o un aerógrafo, porque es menos laborioso y bastante asequible, como se explica más adelante.
¡Manos a la obra!
Las pinturas pueden clasificarse en varias categorías, en función de su disolvente. Las más comunes son los aceites, los esmaltes, las lacas y los acrílicos, la mayoría de las cuales funcionan bien tanto sobre ABS como sobre PLA. Si eres principiante, lo mejor es que te decantes por las pinturas acrílicas, ya que se secan rápidamente y se pueden limpiar con agua.
Por lo general, tienes que decidir si vas a utilizar un aerógrafo, un pincel o spray en lata. Aunque el pincel es más barato que las otras opciones, puede resultarte difícil conseguir una capa de pintura uniforme; a menudo, la pintura se acumula en algunos puntos mientras que en otros se sigue percibiendo el color del material subyacente. El aerógrafo, por otra parte, es caro, y la curva de aprendizaje suele ser muy pronunciada.
Esto nos deja las pinturas en spray, que ofrecen un buen equilibrio entre precio y facilidad de uso.
Se considera el primer paso, y consiste en reducir las irregularidades de la impresión en bruto, como los apéndices dejados por los soportes, antes de lijar.
Para esta tarea, puedes utilizar alguno de los elementos siguientes:
La clave es eliminar cualquier protuberancia y asegurarse de que la impresión quede lisa. Puedes despegar los soportes manualmente, o puedes utilizar una cuchilla. No importa cómo lo hagas, siempre que el resultado final no tenga protuberancias ni salientes. ¡Y ten cuidado siempre a la hora de retirar los soportes! No nos referimos solo al filo de la cuchilla o las pinzas, vigila también con a dónde pueden ir a parar los fragmentos que salgan volando.
Empieza con papel de lija de grano 120 y ves subiendo. Cuanto más alto es el número del grano, más fino es el papel de lija. Aplica movimientos circulares para evitar arañazos visibles, y presta más atención a las caras planas, evitando los bordes, las esquinas y cualquier otro detalle fino, ya que el grano de 120 puede resultar demasiado rugoso para los detalles pequeños.
El proceso de lijado para suavizar las deformaciones puede llevar mucho tiempo, dependiendo del tamaño de la impresión o del acabado que se quiera conseguir. Lija los apéndices de los soportes y asegúrate de haber eliminado todas las marcas del limado o mecanizado.
Dependiendo de la pieza impresa, ves aumentando el número de la lija, pero cuando acabes con el grano 200, conviene que empieces a usar agua.Esto evita que se la lija quede trabada y proporciona un acabado más fino.
Mientras lijas, palpa la superficie de la pieza de vez en cuando para hacerte una idea de la suavidad conseguida. Una vez que el acabado sea de tu agrado, utiliza un cepillo y agua para eliminar el polvo restante. Naturalmente, deberás dejar que la impresión se seque antes de proceder con los siguientes pasos.
Consulta nuestra guía para principiantes sobre el alisado del PLA si necesitas más detalles sobre este proceso.
La imprimación convierte tu impresión 3D en un producto profesional y, como crea una superficie final impecable, facilita mucho el proceso de pintarla. La imprimación es necesaria porque la pintura nunca acaba de ocultar todos los defectos, sobre todo si lo que deseas obtener es un objeto casi perfecto.
Elige una imprimación que sea compatible con tu plástico. Por nuestra parte, preferimos utilizar una imprimación en spray porque permite cubrir rápidamente toda la superficie con una capa uniforme, a diferencia de las imprimaciones con pincel, que resultan mejores para retoques más precisos.
Deja secar la imprimación antes de añadir más capas. Normalmente, dos capas son suficientes para un buen acabado de la superficie.
Las dos primeras capas deben ser muy ligeras, ya que solo las utilizamos para mejorar la adherencia de las capas posteriores. Pero como una imprimación es suficiente para mejorar el acabado superficial y la estética de la pieza impresa, algunas personas optan por aplicar solo imprimación, sin pintura adicional posterior.
Una vez añadida la última capa de imprimación, la pieza está lista para ser pintada.
Llegados a este punto, deberías tener claro en tu cabeza el acabado que quieres conseguir. El proceso de pintado es bastante similar al de imprimación.
Necesitarás lo siguiente:
Deja secar la pintura durante la noche y, al día siguiente, limpia la pieza con un paño para tachuelas.
Algunos aspectos que debes tener en cuenta:
A continuación, te ofrecemos algunos consejos generales para mejorar los pasos anteriores:
La pintura no debe ser una idea de última hora, sino que hay que pensar en ello desde la fase de diseño. Lo mejor es que experimentes para encontrar el procedimiento que mejor funcione en tu caso, ya que hay muchos efectos diferentes que puedes conseguir.
Licencia: El texto del artículo "Pintar el PLA: cómo pintar impresiones 3D" de All3DP está bajo una licencia de Atribución 4.0 CC BY 4.0..