En un mundo ideal, podrías tener la temperatura perfecta fijada en tu impresora y bastaría con pulsar un botón para imprimir. Pero, en la realidad, la temperatura perfecta para el PLA no existe. Tienes que hacer pruebas y más pruebas hasta encontrar la temperatura de impresión óptima para tu filamento PLA.
Afortunadamente, se trata de un material bastante «indulgente» en lo que respecta a la temperatura y, mientras no te desvíes demasiado ni por exceso ni por defecto, obtendrás impresiones correctas. Además, el PLA es una forma estupenda de empezar a experimentar, ya que es más fácil de usar que el ABS, el PETG o muchos otros filamentos. En cualquier caso, también es importante tener en cuenta que determinados colores y marcas de PLA pueden requerir temperaturas de impresión diferentes.
En este artículo, repasaremos el rango ideal de temperaturas tanto para el hotend como para la cama de impresión. También te indicaremos algunas señales inequívocas de que necesitas ajustar la temperatura de tu impresora. ¡Vamos allá!
Hotend
Sería estupendo que existiera una única temperatura de impresión para el PLA, pero no es así. En su lugar, hay un rango de temperaturas a las que puedes imprimir en función de tus necesidades. El rango general para el PLA es de entre 180 y 220 °C, aproximadamente.
Si las capas no se adhieren entre sí, elevar la temperatura del hotend suele solucionar el problema. Pero, ¡ten cuidado! Si el extrusor está demasiado caliente, el filamento de PLA puede volverse excesivamente blando y endeble, provocando que tus impresiones tengan un aspecto irregular y desmadejado.
Señales de que algo no funciona
Un indicador de que el hotend está demasiado caliente es la incapacidad de la impresora para crear puentes (es decir, para imprimir material horizontalmente con el fin de unir dos partes elevadas de un modelo). Esto puede significar que el plástico está tan caliente que no se enfría correctamente. En ese caso, reducir la temperatura del hotend puede ayudar.
Por otra parte, si tus impresiones no se pegan a la cama de impresión, puede que necesites aumentar la temperatura del hotend. Un hotend que no esté suficientemente caliente también puede dificultar la realización de curvas cerradas en las impresiones.
Una de las mejores maneras de lograr una temperatura ideal en el hotend es experimentar. Ajustando poco a poco la temperatura, ya sea hacia arriba o hacia abajo, encontrarás aquella que funcione mejor para el filamento específico que estés utilizando.
Como hemos mencionado anteriormente, pueden existir variaciones en las temperaturas ideales de impresión entre diferentes marcas y colores de filamentos. Por ejemplo, una bobina de PLA negro puede imprimirse mejor a unos 215 °C, mientras que una bobina de filamento azul se puede imprimir mejor a 210 °C. Incluso las diferencias más pequeñas pueden tener un efecto en tus impresiones.
Cama caliente
Las camas calientes son un elemento clave en la impresión 3D. Hoy en día, la mayoría de las impresoras 3D cuentan con una, y el usuario debe ajustarla a una determinada temperatura. Aunque el PLA no requiere una cama caliente, disponer de una puede facilitar tu experiencia de impresión. La temperatura de la cama caliente recomendada para el PLA es de 60 °C, pero este ajuste no siempre funciona. Hemos comprobado, por ejemplo, que el mejor rango está entre 55 y 70 °C.
Señales de que algo no funciona
El indicio más evidente de que la temperatura de tu cama es demasiado baja es si tus impresiones no se adhieren a ella. Si esto ocurre, es posible que quieras aumentar un poco la temperatura. Una cama más caliente ayuda a ablandar el plástico, mejorando la adherencia.
Pero ten cuidado de no irte al otro extremo y calentar demasiado la cama; de lo contrario, tus impresiones podrían acabar mostrando el efecto conocido como pata de elefante (como se ve en la imagen). La pata de elefante se produce cuando la cama de la impresora está demasiado caliente y derrite las primeras capas, con el consiguiente aplastamiento por el peso de la propia impresión.
Este efecto se produce especialmente cuando la impresión es muy pesada, ya que ejerce más fuerza sobre las primeras capas. Este feo efecto se remedia fácilmente reduciendo la temperatura de la cama. ¡Pero ahora ten cuidado de que no esté demasiado fría!
Refrigeración de piezas
Aunque no es un concepto directamente asociado con las temperaturas de la cama y de impresión, la refrigeración de las piezas es un aspecto importante a tener en cuenta, dependiendo de las propiedades del material con el que se imprime. Es una idea comúnmente aceptada que la refrigeración resulta esencial para imprimir con PLA. Dada la temperatura de transición vítrea relativamente baja del material, se mantiene bastante blando, lo que puede provocar distorsiones al añadir nuevas capas a las que no se han solidificado correctamente. Los ventiladores de refrigeración de la impresora ayudan a solidificar las capas antes de imprimir otras nuevas.
Se recomienda imprimir la primera o las dos primeras capas sin enfriar la pieza por motivos de adherencia a la cama. Una vez que las primeras capas se hayan impreso correctamente, aumente la velocidad del ventilador de refrigeración al 100 %. Algunos cortadores, como Cura, diferencian entre la velocidad del ventilador para la capa inicial y la velocidad para el resto de la impresión.
Algunas capas pueden tardar más en imprimirse que otras, dando tiempo a que la pieza se enfríe mientras se imprime el resto de la capa. Lo mismo ocurre en situaciones en las que se imprimen varios modelos al mismo tiempo. En tales casos, es posible que desee ajustar la velocidad del ventilador. Cura incluye ajustes que pueden cambiar automáticamente la velocidad del ventilador en función de los parámetros de tiempo definidos por el usuario.
Factores externos
PLA no es tan sensible a a cambios de temperatura ambiente como otros materiales (como por ejemplo, ABS), pero tener más control sobre el ambiente de impresión no es una mala idea nunca. Por ejemplo, si entra una brisa fresca por una ventana, es posible que quieras subir la temperatura del hotend y de la cama de impresión un par de grados. De la misma forma, el aire acondicionado también puede alterar la temperatura de impresión.
Una de las mejores cosas que puedes hacer para garantizar unas impresiones de calidad es construir una carcasa para tu impresora. Las carcasas influyen en la temperatura de impresión de dos formas: evitan que la temperatura exterior afecte a las impresiones y mantienen el calor en el interior. Una opción barata y sencilla es la carcasa para impresoras 3D Lack de Ikea, muy conocida entre los aficionados a las impresoras 3D caseras.
Encontrar el ajuste perfecto
Lo hemos dicho ya y lo volvemos a repetir: el sistema de ensayo y error es la mejor manera de encontrar la temperatura ideal tanto para tu cama caliente como para tu hotend.
Si ves que tus impresiones tienen un aspecto como derretido, baja un poco la temperatura del hotend. Si tus impresiones se caen o no se adhieren a la cama de impresión, probablemente tendrás que aumentar la temperatura de la cama. Sin embargo, cuidado con el efecto «pata de elefante», ya que puede ser un indicador claro de que la cama está demasiado caliente.
Mientras te mantengas dentro de los rangos indicados, experimentar es la mejor manera de conseguir la temperatura de impresión adecuada para tu marca y color de PLA específicos. Puede que te resulte útil imprimir una torre de temperatura (como en la imagen anterior) con el filamento que estés utilizando. Este modelo, diseñado por gaaZolee en Thingiverse, es particularmente popular, pero se pueden encontrar muchos otros modelos online.
Licencia: El texto del artículo "Temperatura para PLA: los mejores ajustes (cama y hotend)" de All3DP está bajo una licencia de Atribución 4.0 CC BY 4.0..