El lápiz 3D Create+ de 3Doodler no resulta adecuado para niños sin la supervisión de un adulto, ya que el cabezal se calienta muchísimo. El lado positivo es que, a diferencia de los lápices de seguridad para niños y sus materiales para bajas temperaturas, el Create+ puede manejar materiales de impresión 3D habituales como ABS, PLA y filamentos flexibles o de madera.

Cuenta con una práctica ventana que te permite observar la cámara por la que pasa el filamento, para que puedas comprobar si todo está funcionando como debe. En caso de que algo salga mal, el lápiz 3D incluye tanto herramientas para eliminar bloqueos como cabezales de repuesto.

Después de algunas horas de uso durante varios días, notamos que el extremo de goma que protege los dedos del hot end (además de cubrir los botones para el control del flujo) se aflojó un poco. Parece que esta pieza no durará mucho si se hace un uso prolongado del dispositivo.

En el contexto de los lápices que hemos probado para esta guía, el Create+ ofrece un tacto recio y robusto, con un acabado de calidad que proviene de su brillante cuerpo de metal. También es preciso a la hora de dibujar y, durante nuestras pruebas, el filamento fluyó de forma limpia y continua. Por subjetivo que esto sea, por el sonido del lápiz da la sensación de que está hecho de un material más duro que el de otros que hemos probado. De todos los bolígrafos probados, solo el Create+ y el 3D Pen Pro de Mynt3D no se obstruyeron ni una sola vez.

El Junior de Mynt3D es otro lápiz pensado para niños. El sitio web de la empresa afirma que sus productos están «…fabricados para un uso de por vida», lo cual crea una expectativa que no coincide con nuestra experiencia de uso.

La experiencia con el Junior empezó bien, con una extrusión precisa y un ritmo lento pero constante. Pero al cabo de 45 minutos empezó a obstruirse. Con el lápiz no se proporciona ninguna orientación para la resolución de problemas, así que te tienes que apañar por tu cuenta para intentar desbloquearlo. Afortunadamente, no usa tornillos especiales como el lápiz para niños de 3Doodler, así que puedes desmontarlo fácilmente para intentar solucionar el problema. Durante un breve intercambio, el servicio de asistencia técnica nos planteó las preguntas habituales sobre el filamento que habíamos utilizado (utilizamos el material proporcionado junto con el propio lápiz 3D) pero no nos llegaron a ofrecer ninguna solución oficial.

Este modelo ofrece un diseño sin cables similar al del Start de 3Doodler, que nos gusta, pero al tacto da la sensación de ser de menor calidad, con botones crepitantes y pequeños huecos en la carcasa de encaje a presión.

El Junior está diseñado para utilizar filamento PCL de baja temperatura, lo que significa que el cabezal nunca estará lo suficientemente caliente como para quemar la piel. Dado su posicionamiento como producto para niños, es una característica que se agradece.

El 3D Pen Pro de Mynt3D es una propuesta bastante interesante. Su temperatura se puede ajustar hasta 230 °C y dispone de un práctico control deslizante para la velocidad. También puedes usarlo sin cables, alimentándolo mediante pilas cuando no quieras tenerlo conectado a un enchufe. Muy útil.

Otra característica interesante es que Mynt3D ofrece cabezales de recambio para el modelo Pro por aproximadamente 6 €. No estamos seguros de si la marca ya presupone que tendrás problemas con tu cabezal o solo pretende ofrecer una solución práctica y modular. En cualquier caso, significa que si tu cabezal se obstruye y no logras repararlo, siempre puedes cambiarlo, prolongando la vida de tu 3D Pen Pro.

Una pequeña y útil pantalla OLED muestra la temperatura actual del cabezal, lo cual resulta muy práctico para la monitorización del lápiz mientras está encendido. Los botones y controles son sencillos, aunque el control de velocidad no ofrece tantas opciones como cabría esperar. Durante las pruebas, observamos que cuando mejor funciona el 3D Pen Pro es cuando se crean líneas gruesas y amplias de filamento, un punto fuerte que se hace patente al crear diseños que requieren dureza.

Poder reducir la velocidad de extrusión es particularmente útil para dibujar en vertical, y el 3D Pen Pro maneja las estructuras altas y delicadas mejor que cualquier otro lápiz que hayamos probado.

Cuando lo sujetas da una sensación de solidez equivalente a la del 3Doodler Create+, aunque es más ligero y el cuerpo de plástico le da una apariencia de algo menos de calidad. También nos pareció que tiene algo más de dificultad a la hora de seguir plantillas de forma precisa, sobre todo a altas velocidades. En general, es un lápiz 3D agradable de usar y, durante nuestras pruebas con él, no experimentamos ningún problema relevante.

El P1 de Scrib3D parece haberse ganado una buena reputación entre los usuarios. Sin embargo, lo mejor es que es barato, y, como es poco probable que un lápiz 3D sobreviva mucho tiempo, esto lo convierte en una buena opción para alguien que quiera probar esta tecnología sin derrochar demasiado dinero.

Puede utilizar tanto PLA como ABS, aunque es mejor que te ahorres los efectos secundarios de los humos del ABS y te quedes con el PLA. Aunque Scrib3D comercializa un filamento propio, el lápiz 3D admite cualquier filamento de 1,75 mm, lo que también te permitirá ahorrarte algo de dinero, ya que otros dispositivos más caros (como el Create+ de 3Doodler) solo aceptan sus propios (y caros) filamentos patentados.

Las opiniones en Internet acerca de este lápiz 3D son mayoritariamente positivas, aunque también hay muchos comentarios que afirman que no funciona, que se atasca o que se rompe con facilidad. En resumen, los problemas y las quejas habituales que cabe esperar acerca de un lápiz 3D. Otra crítica frecuente es que el flujo del filamento no es fácil de controlar, a pesar de que cuenta con un botón para ajustar la velocidad de alimentación.

La gran ventaja de este lápiz 3D de Scrib3D es su reducido precio. Por unos 30 €, tendrás la oportunidad de probar un lápiz 3D sin gastar demasiado. Si finalmente no te dura mucho, no habrás invertido demasiado dinero en el experimento, especialmente si ya tenías algo de filamento compatible por ahí.

El modelo Pro+ es la opción profesional de 3Doodler. Te preguntarás, ¿por qué es profesional? Y la respuesta es que tiene casi todo lo que puedas desear en un lápiz 3D.

Para empezar, te permite acceder fácilmente a las «entrañas» del lápiz a través de un panel magnético específico para el mantenimiento. Además de este acceso de mantenimiento, la marca también proporciona una herramienta para eliminar obstrucciones, que imaginamos que será útil. El fácil acceso al interior del dispositivo debería considerarse advertencia suficiente para mantener el lápiz 3D Pro+ de 3Doodler fuera del alcance de los niños.

Los cabezales del Pro+ son intercambiables y dispone de seis puntas de cabezal. Estas incluyen una punta de cinta, una punta cuadrada, una punta triangular, un cabezal de 0,5 mm, uno de 1 mm y uno de 1,5 mm.

El Pro+ de 3Doodler también admite una mayor variedad de materiales. Algunos de estos nuevos materiales se suministran en el paquete del lápiz 3D, en el que obtienes muestras de filamentos PLA, ABS, de nailon, flexible, de madera y de cobre. 3Doodler solo utiliza sus propios filamentos, lo que te obliga a trabajar dentro de su ecosistema: no puedes comprar una bobina de filamento cualquiera para utilizarla en sus dispositivos.

En su interior, el Pro+ cuenta con un sistema de doble unidad capaz de trabajar con filamentos flexibles. La marca afirma que ha rediseñado por completo el mecanismo de alimentación para que sea más rápido. Puedes ajustar la velocidad y la temperatura del lápiz 3D sobre la marcha mediante un sencillo sistema de control. Tampoco tendrás dudas acerca de los ajustes elegidos, ya que el lápiz cuenta con una pequeña pantalla LCD que muestra tu elección. Cuentas con 10 opciones de velocidad y siete de temperatura.

El modelo Pro+ tiene un precio elevado; cuesta aproximadamente 185 €, más que cualquiera de los lápices de esta lista, y te obliga a usar el filamento de la marca, que puede salir caro. Así que es mejor dejar el Pro+ de 3Doodler para aquellos profesionales que quieran un dispositivo superior y estén dispuestos a pagar por ello.